Cortesía de Ecochillers

Los refrigerantes son fluidos que se utilizan en los ciclos de refrigeración y que generalmente transitan de manera repetida entre estados líquido y gaseoso, para absorber calor a bajas temperaturas y presión o, liberar calor a temperatura y presión elevadas, para lograr el efecto de refrigeración deseado.

Actualmente, los refrigerantes deben tener puntos de ebullición bajos, de origen natural y tener excelentes puntajes respecto a flamabilidad, corrosión, toxicidad, fácil vaporización y sin afectar el medio ambiente y la capa de ozono. Es debido a esto que los refrigerantes cloruro-fluorados han sido ya prohibidos o, están a punto de estar por el protocolo de Montreal.

De entre los refrigerantes usados actualmente destacan entre otros, el amoniaco en usos industriales con nula afectación al medio ambiente; el propano y el isobutano también con prácticamente nula afectación al medio ambiente se están volviendo en los refrigerantes por elección para la refrigeración casera pese a su flamabilidad; el bióxido de carbono, es otro refrigerante que también tiene un mínimo impacto al medio ambiente y su uso se está extendiendo en automóviles y refrigeración comercial.

Nuevas versiones de refrigerantes fluoruro-etanos y -metanos son utilizados ampliamente en diferentes usos, sin embargo, su impacto en el ambiente es monitoreado, teniendo revisiones constantes para disminuir su adición al calentamiento global.

La nomenclatura de los refrigerantes que utilizan “R” fue diseñado por la empresa Dupont considerando si se tienen átomos de hidrocarburos, bromo y cloro, así como isómeros.